Emma cumple cinco años

27 de julio de 2017

Es inevitable que las cosas cambien en cinco años. Que las personas cambien. Incluso que los personajes cambien. No sé qué queda de la Emma que vio por primera vez la luz de los focos en el escenario del Teatro Serrano de Segorbe aquella tarde del 27 de julio de 2012 en que estrenamos De algún tiempo a esta parte. Pero sé todo lo que ha cambiado en ella desde entonces. Tal vez porque también ha cambiado en mí. En estos cinco años sus silencios se han vuelto más ricos y sus palabras más completas. Porque muchas de las que para mí no tenían un significado especial entonces, lo tienen ahora. Ahora sé cómo es Viena, y Salzburgo, y Venecia, y hasta Dachau. Ahora sé lo que es no poder dormir en una buhardilla porque entra la luz tan pronto como la hay. Y lo de no poderte mover más que al compás de la multitud en el metro de París... Son matices, pequeños detalles, sí, pero detalles que nos acercan.

Siempre hablo de ella como si fuera una persona y no un personaje. Sé que puede parecer extraño, pero, en cierto modo, para mí lo es. Es alguien con vida propia, con conciencia propia. A veces no sé dónde empieza ella y dónde acabo yo. A veces me contagia sus muletillas, que siguen apareciendo en mi conversación horas después de salir de escena, ¿te das cuenta, no? A veces logra sorprenderme, logra emocionarme, ¡a mí!, que sé lo que (se supone que) va a decir y lo que (se supone que) va a hacer a continuación cuando está en el escenario. He aprendido mucho con ella durante estos años.

No me embarqué en esta aventura maxaubiana creyendo que iba a cumplir cinco años. De hecho, estrené pensando que haría sólo esa función. Y para que no se me olvidara todo lo que había aprendido durante aquel mes de trabajo duro previo al estreno, ni nada de lo que había sentido en la piel de Emma, me compré un anillo y me lo grabé con su nombre y la fecha (sí, además de therka, a veces soy una cursi). Poco me imaginaba que aquello, más que un anillo, iba a ser una alianza. Y ahora sé que cumplirá también los seis años y tal vez hasta los siete...